Aunque es cierto que nutricionalmente el pescado es mucho más que Omega 3, en este artículo conocerás todos los beneficios sobre las grasas cardiosaludables del pescado que nos ofrece al incluirlo en nuestra dieta semanal. Toma nota y descubre de la mano de Jesús Román, presidente de la Sociedad española de Dietética (SEDCA), cómo tu salud puede verse reforzada.
Las grasas cardiosaludables del pescado
Cuando se habla de los beneficios del pescado en la salud, lo más probable es que lo asociemos a las proteínas y, sobre todo, a las grasas cardiosaludables del pescado, el Omega 3. De hecho, si preguntásemos a los consumidores en general por la importancia nutritiva del pescado, la mayoría respondería que se debe a los Omega 3. En efecto, el pescado, sobre todo el pescado graso o semigraso, llamado a menudo “pescado azul’, es uno de los alimentos con mayor fuente de grasas saludables esenciales para nuestra dieta, por ser un pescado con Omega 3. Por este motivo, la importancia de incorporar pescado en nuestra dieta, al menos dos raciones a la semana
Un apunte final: si te interesan los Omega 3, recuerda que no tienes que ceñirte en exclusiva a los pescados azules tradicionales (atún rojo, anguila, esturión o trucha arcoíris), ya que algunos pescados blancos o semigrasos también contienen importantes dosis de estas grasas cardiosaludables del pescado. Por ejemplo, de pescado con Omega 3 son los pescados blancos de acuicultura como la lubina con un 1.3% de grasa y 0.36 g/100 g poliinsaturados o el rodaballo con un 3.6% de grasa total y 1.2 g/100 g de grasa poliinsaturada.
Tipos de grasas Omega 3
La familia de las grasas esenciales Omega 3 comprende un conjunto de ácidos grasos poliinsaturados de gran interés nutritivo que cuentan con un importante respaldo científico sobre sus efectos beneficiosos.
Para empezar, estas grasas las denominamos ‘esenciales’ porque nuestro organismo no puede sintetizarlas por sí mismo, y, en consecuencia, debemos obtener este tipo de grasas de fuentes exógenas como es el pescado.
De este modo, los productos acuícolas, como dijimos, sobre todo el pescado azul o graso, son una de las principales fuentes de Omega 3 de nuestra alimentación. Pudiendo ser dos tipos de estos ácidos grasos: el EPA y el DHA (el ácido eicosapentanoico y el docosahexanoico).
Una vez ingeridos, estos ácidos grasos poliinsaturados pueden transformarse durante su metabolismo en otros ácidos grasos de su misma familia que nuestro organismo también puede necesitar.
¿Cuáles son los beneficios del Omega 3 en la salud?
Los beneficios del Omega 3 en la salud son tema de actualidad y todo el mundo. Lo más habitual es asociarlos a la salud cardiovascular o a efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
Curiosamente, no hace muchos años, era común decir que reducir la grasa total de la dieta era una excelente opción para mejorar la calidad de nuestra dieta. Actualmente, sabemos que en realidad es todo lo contrario. Así, debemos señalar que la calidad de la grasa y su procedencia es fundamental, ni que todas las grasas actúan de la misma forma en nuestro organismo.
Remarquemos que los estos ácidos grasos, presentes en el pescado con Omega 3, han demostrado numerosos beneficios, destacando su papel en la prevención cardiovascular gracias a su carácter antioxidante, sumados a efectos antitrombóticos. Asimismo, debido a sus propiedades antiinflamatorias se relacionan con la modulación de los procesos de inflamación en el organismo. Sin olvidar que el DHA es un componente habitual de las membranas y fundamental en el desarrollo correcto del sistema nervioso central y de nuestra buena salud ocular. Ahora que estás leyendo esto, no debes olvidar que las grasas Omega 3 son importantes por proteger nuestra salud ocular y contribuir a la prevención de patologías como las cataratas o la DMAE (Degeneración Macular asociada a la Edad).
Nuevos estudios sobre las grasas cardiosaludables del pescado
Los últimos estudios sobre Omega 3 y salud, lo relacionan con una correcta regulación del perfil lipídico en sangre, es decir que favorecen la regulación del colesterol en sangre. Esto repercute en menores niveles de colesterol total y de colesterol LDL, considerado popularmente como “el malo”, y en mayores niveles de colesterol HDL, considerado comúnmente como “el bueno”.
Otros estudios relacionan su ingesta con la regulación de la tensión arterial, produciendo vasodilatación de las arterias, y con la prevención de arritmias y de hipertrofia cardíaca.
Diferentes autores, han señalado recientemente su posible papel en una mayor sensibilidad a la insulina y, en consecuencia, con un mejor control de la glucemia y un papel de prevención de la diabetes, aunque estos todavía son resultados controvertidos.
En conclusión, el consumo de las grasas cardiosaludables del pescado con una frecuencia mínima de 2 ó 3 raciones a la semana, alternando todos los tipos de pescado -magros, grasos o semigrasos- y en el contexto de una dieta saludable, asegurará un aporte adecuado de ácidos grasos de la familia Omega 3 en la alimentación. Sabiendo ya para que sirve el omega 3 ¿Cuál es tu razón para cuidarte a parte de por su magnífico sabor?