Mujeres en la pesca y la acuicultura

Hoy nos acompaña de nuevo Rita Míguez de la Iglesia, presidenta de ANMUPESCA(Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca), para hablarnos de la evolución y situación de las mujeres en la pesca y la acuicultura. 

Historia de la mujer en el sector pesquero y acuícola: liderar para avanzar 

Las mujeres en la pesca y la acuicultura nos hemos constituido en asociaciones desde finales del siglo pasado. Tuvimos muy claro que en la unión radicaba nuestra fuerza para conseguir los objetivos. Gracias a esa fuerza que nos empujaba y nos animaba a alcanzarlos, nuestras predecesoras fueron lideresas de excepción.

Nosotras mismas fuimos en muchos casos precursoras del empoderamiento del que tanto se habla hoy. Cuando las mariscadoras se levantaron y dijeron que había que profesionalizar sus ocupaciones. O cuando las rederas se hicieron visibles tras el accidente del Prestige. O cuando las armadoras también se dotaron de valor para hacerse ver y equiparse a sus compañeros. 

Con todas nuestras demandas, llegamos a buen puerto. Y lo hicimos de la mano de grandes mujeres que supieron expresar como nadie las dificultades de nuestros trabajos. Hoy las cosas no han cambiado mucho. Las mujeres en la pesca y la acuicultura luchamos por seguir visibilizándonos, pero lo hacemos desde una situación en la que ya hemos avanzado mucho en nuestra profesionalización. 

Sin embargo, aunque las demandas y necesidades son muchas, es cierto que la fórmula asociativa no está en su mejor momento y las entidades se quejan de falta de apoyo y refuerzo. Quizás sea este uno de los motivos por los que es difícil que las socias se decanten por liderarlas. Hoy en día, lo que parece simple como es dirigir una asociación es tremendamente complicado. Te exigen obligaciones fiscales, organización de actividades, concreción de objetivos, búsqueda fórmulas de financiación, etc. Y a las mujeres en el sector pesquero y acuícola que trabajamos directamente en nuestras profesiones nos resulta muy complicado sacar tiempo para todo ello. 

mariscadoras galicia acuicultura de españa

Datos de liderazgo femenino en el sector pesquero y acuícola 

Es fundamental la formación, la actualización de nuestros conocimientos, pero también el refuerzo de nuestra autoestima. Conocemos a muchas mujeres que podrían liderar entidades pero que no se atreven a dar el paso por inseguridad. Los datos de liderazgo femenino en el sector de la pesca y la acuicultura no son muy distintos a los de otros ámbitos. Las mujeres constituyen en España, en líneas generales, el 36% de la población activa pero menos del 5% ocupan puestos de alta responsabilidad. 

En las últimas décadas, las mujeres hemos consolidado el acceso al mercado laboral. Sin embargo, los puestos directivos y de alta responsabilidad se nos resisten. Algunos de los motivos son la existencia de un modelo de dirección masculino, la falta de ejemplos femeninos y los obstáculos que se le presentan en nuestra trayectoria profesional derivados del rol femenino. 

La pesca en España adolece de mujeres líderes, que participen en órganos de decisión, que expliquen sus puntos de vista y que formen parte de las políticas estratégicas del sector. 

hatchery acuicultura

¿Qué factores obstaculizan la presencia de las mujeres en la pesca y la acuicultura? 

Numerosos estudios hablan de losfactores que obstaculizan el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad. Así, como factores externos, destacan: los estereotipos de género, la segregación del mercado de trabajo, la discriminación laboral, el acoso sexual y psicológico en el trabajo, las menores oportunidades de desarrollo de carrera en la organización, la ausencia de una política laboral consolidada que favorezca la conciliación de la vida laboral y familiar y la dificultad para compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado de los hijos/as. Como barreras internas que impiden esa relación entre pesca profesional, mujeres y acuicultura citan la baja autoeficacia y la menor formación en materias tradicionalmente masculinas. 

Es cierto que las mujeres hemos salido a trabajar fuera de casa, pero nuestro nivel de dedicación en el hogar no ha cambiado. De modo que las que queremos trabajar y tener una familia hemos de realizar auténticos malabarismos para atender las dos esferas. 

De ello se deriva que las mujeres tenemos una menor disposición a aceptar puestos de responsabilidad, especialmente si eso implica horarios largos de trabajo, viajes y traslados. 

Modelo femenino de dirección 

Sin embargo, en los últimos años se observa la tendencia a una mayor valorización de los atributos considerados femeninos y numerosos trabajos defienden un modelo femenino de dirección. El liderazgo transformacional aparece como el estilo adecuado a los nuevos valores de la cultura organizacional.  

En este nuevo marco, las mujeres tenemos una forma de dirigir distinta a la de nuestros compañeros varones, basada en la armonización de lo racional y lo emocional y en la cooperación, por lo que el equipo es la unidad fundamental en la estructura de la organización. 

El surgimiento paulatino de una masa crítica de mujeres que ocupen puestos de alta responsabilidad, por ejemplo en empresas de acuicultura, es fundamental para que actúen como modelo de referencia de otras mujeres, y así facilitar los cambios en la cultura organizacional y romper viejas creencias.  

Los sectores productivos no pueden desaprovechar el potencial humano que ofrecemos las mujeres. La organización de Naciones Unidas (ONU) destaca que más del 46% de las grandes empresas de los 30 países de la OCDE no tienen mujeres en los puestos directivos y España, junto con Italia y Grecia son los países donde las mujeres tienen menos perspectivas de ocupar puestos directivos. Es necesario revertir esta tendencia y poco a poco, desde todos los ámbitos profesionales lo iremos consiguiendo. 

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