Es indudable que incluir pescado de acuicultura en nuestra dieta es un hábito saludable y que forma parte de nuestra orgullosa dieta mediterránea. Así, es importante conocer los tipos que hay y lo que nos puede aportar cada uno. Porque se suele hablar mucho del pescado azul, pero… ¿qué hay del pescado blanco?
¡No te preocupes! Te prometemos que, una vez leas este artículo, conocerás las diferencias entre ambos y serás capaz de reconocerlos, además de saber todas las propiedades nutricionales (como proteínas de alta calidad y ácidos grasos esenciales) que nos puede aportar su ingesta.
¡Comenzamos!
Probablemente no sepas que distinguir pescado blanco y azul es muy sencillo. Tan solo ponle atención a la forma de la cola y… ¡voilá!: cola con forma de flecha será pescado azul y cola con forma redondeada será pescado blanco. ¡Impresionarás a tu pescadero! 😉
Características del Pescado Blanco
Junto al color de sus escamas y de la mencionada forma de sus colas, la principal diferencia de nuestro protagonista de hoy respecto al pescado azul es su contenido en grasa. Mientras que los pescados azules tienen entre un 8% y 15%, los pescados blancos solo presentan un 1% a un 3% de grasa en músculo. Por eso, a estos últimos también se les conoce como pescados magros (con poca grasa).
En cualquier caso, no te asustes, pues la presencia de esta sustancia no es ni mucho menos mala, sino todo lo contrario. Estas grasas se caracterizan por ser saludables para nuestro desarrollo ya que son poliinsaturadas. Es decir, cardiosaludables. De hecho, muy probablemente ya hayas oído hablar de ellas, porque el contenido de ácidos grasos (como el Omega-3) en estas especies es célebre por todo lo bueno que aportan al organismo.
Además, su condición de pescados magros hace que sean muy fáciles de digerir y que tengan un bajo aporte calórico. Para que te hagas una idea, una ración de unos 100 gramos tan solo proporciona 120 kcal. ¿Se te ocurre mejor manera que comenzar la operación bikini disfrutando de platos para chuparse los dedos?
¿Cuáles son los pescados blancos más conocidos?
Aunque ya sabes todo lo necesario para distinguir los dos tipos de pescado más importantes, quizá en este punto te estés haciendo preguntas concretas, como:
- ¿La lubina es un pescado blanco o azul?
- ¿Qué tipo de pescado es la dorada?
Ahora sabrías distinguirlos con solo echar un vistazo a sus respectivas colas, pero para facilitarte todo este proceso, podemos decirte que hay una lista muy amplia con los tipos de pescado blanco: bacalao, besugo, gallo, merluza, rape, lubina, corvina, dorada, lenguado y rodaballo.
Así que, efectivamente: ¡tanto la lubina como la dorada son dos especies de pescado magro!
Pescado blanco de acuicultura: una gran fuente de nutrientes
Es el momento de profundizar en los tipos de pescados blancos más consumidos, por lo que vamos a centrarnos en estos cinco: lubina, corvina, dorada, lenguado y rodaballo. Principalmente, porque además de ser las grandes estrellas de nuestras mesas, son también los auténticos reyes de la Acuicultura de España.
En concreto, estos cinco tipos de pescados magros cultivados en nuestro país tienen en común vivir en agua salada y ser de lo más alimenticios. Así que te invitamos a conocer sus propiedades nutricionales, caracterizadas por la presencia de proteínas de alta calidad y su alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados.
Lubina
La lubina es un pescado muy apreciado por su exquisita carne y por su sabor delicado. Entre sus muchos nutrientes destacan el potasio, fósforo, hierro; además de su gran aporte de proteínas de alta calidad y su bajo porcentaje de grasa. Esta solo supone un 1,3% del total, siendo una especie muy recomendable para dietas bajas en grasas.
Corvina
Este pescado tan versátil habitualmente se acompaña de caldos y aliños para potenciar su jugosidad: por ejemplo, cuando se utiliza para preparar los ricos ceviches. Y también destaca por su rico contenido de ácidos grasos Omega 3, así como de proteínas y minerales como el fósforo, hierro y calcio.
Dorada
Antes preguntábamos que qué tipo de pescado es la dorada, y con razón. Y es que se trata de una especie de acuicultura habitual de los menús de los hogares españoles, donde se suele cocinar al horno o a la plancha. Las razones son dos: por un lado, su sabroso sabor; y, por el otro, la presencia de nutrientes importantes, entre los que destacan las vitaminas. Estas funcionan en nuestro organismo como antioxidantes, sustancias que nos ayudan a combatir el estrés oxidativo y, por tanto, a envejecer de forma más saludable.
Lenguado
El lenguado se caracteriza por su suave sabor y por ser también uno de los tipos de pescado blanco más consumidos. Algo lógico, si tenemos en cuenta que está entre los favoritos de los niños, ya que sus filetes no tienen espinas. Y no solo eso, porque, de igual forma, es una opción muy recomendable para mujeres embarazadas por ser rica en vitaminas de grupo B (ácido fólico).
Rodaballo
Y llegamos al rodaballo, una de las especies magras más apreciadas y sabrosas de nuestra gastronomía. Coincide con el resto de los pescados de su familia en su bajo aporte calórico, pero además resulta muy saciante. Ventaja a la que sumamos el aporte de su macronutriente más importante, las proteínas de alta calidad, porque hay casi 16 gramos de ellas por cada 100 gramos de pescado. ¡Y sin olvidar que, al no contener purinas, también es una excelente opción para aquellas personas que tienen ácido úrico elevado en sangre!
¡Consume pescado magro, tu salud te lo agradecerá!
En este punto de la lectura, probablemente ya estarás familiarizado con los tipos de pescado blanco de acuicultura y sus singularidades, así como con algunas sus múltiples propiedades. Pero no queremos terminar sin poner un broche de oro muy relacionado con la máxima “somos lo que comemos”. Porque así es, consumir pescado magro hace que podamos presumir de contar con una salud de hierro.
¡Atent@!:
- Su consumo es muy bueno para el desarrollo de los más pequeños de la casa. Y nunca mejor dicho, porque su gran contenido en fósforo favorece el crecimiento.
- ¿Problemas de huesos? Fortalécelos con consumo de pescado blanco, gracias a la presencia del calcio. Ayudarás a prevenir problemas de salud asociados, como la osteoporosis.
- Su aporte de yodo te ayudará a poner freno a dolencias relacionadas con la glándula tiroides.
- Y, por último, el consumo de pescado magro reforzará tu sistema inmunológico gracias a su contenido de ácidos grasos (que ayudan a reducir las inflamaciones), vitaminas A y B y minerales como el selenio.
¿Con qué pescado vas a comenzar a cuidarte?