José A Juanes de la Peña, Profesor de la UC e Investigador del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, un centro de fuerte tradición multidisciplinar donde la investigación básica sobre ecosistemas litorales, recursos marinos (macroalgas, moluscos, percebes), localización potencial e interacciones de la actividad acuícola en el medio marino y oceánico, cambio climático o diseño de infraestructuras (arrecifes, jaulas) se funden en objetivos específicos dirigidos al soporte científico de la gestión sostenible de los sistemas acuáticos. Él nos explicará todo sobre la memoria de sostenibilidad y los objetivos de desarrollo sostenible en la Acuicultura de España ¡Vamos a ello!
Memoria de Sostenibilidad y Objetivos de Desarrollo Sostenible
La Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (2000), documento precursor del Millenium Ecosystem Assessment (2005), de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, 2000-2015) y actualmente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, 2015-2030), representa uno de los hitos recientes más importantes en el cambio de paradigma de la gestión de la sostenibilidad a nivel mundial, a través de la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Las nuevas directrices estratégicas de la UE para el período 2021-2030 son fiel reflejo de esta nueva hoja de ruta, contribuyendo, al mismo tiempo, a la implementación de dos estrategias íntimamente relacionadas: el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Crecimiento Azul. En este sentido, la Acuicultura de España, como referente de este sector a nivel europeo, se hace eco e integra en su propia estrategia de desarrollo los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tal y como se contempla en su Memoria de Sostenibilidad 20-21.
En este escenario de cambio, resulta necesario mirar a la acuicultura desde una perspectiva holística en la que la innovación sirva de motor adicional de expansión y de integración de esta actividad en el proceso hacia una transición ecológica y justa, punto en el que confluyen la memoria de sostenibilidad y los objetivos de desarrollo sostenible.
La Acuicultura como alternativa de producción y consumo sostenible (ODS 12)
En un contexto en el que las pesquerías que se encuentran dentro de niveles biológicamente sostenibles han pasadodel 90% en 1974 al 65,8% en 2017, la acuicultura está destinada a convertirse en una de las fuentes de proteína segura, saludable y de calidad más importantes.
Su producción presenta, además, una mayor eficiencia energética y una menor huella de carbono que la de otras materias primas que proceden del medio terrestre, facilitando un consumo de proximidad en el que se reduzcan las distancias entre las zonas de producción y de consumo. Por tanto, este sector desempeña un papel determinante en la transición hacia unos sistemas alimentarios sostenibles, así como para el desarrollo de la bioeconomía y la economía circular.
Esta oportunidad para el sector acuícola se enfrenta a retos globales importantes relacionados con desarrollos tecnológicos que optimicen los sistemas productivos, minimizando los efectos sobre el bienestar de los organismos cultivados, la calidad de los productos finales y la conservación de los ecosistemas de su entorno. Lograr un consumo sostenible es un objetivo que podemos encontrar en la memoria de sostenibilidad y los objetivos de desarrollo sostenible.
La acuicultura offshore se erige como una de las posibles respuestas a dicha compleja ecuación, cuyo desarrollo a medio plazo pasa, además, por la planificación del espacio marítimo y la gestión integrada de sus diferentes usos. La cuantificación objetiva de las posibles interacciones (i.e. limitaciones de uso/sinergias) entre diferentes sectores representa uno de los principales retos para su desarrollo.
Pero al mismo tiempo, la acuicultura, al igual que otros sectores primarios, debe estar abierta al desarrollo de nuevos modelos de negocio asociados a procesos, productos y servicios innovadores con potenciales aplicaciones en sectores como la industria química, farmacéutica, de nuevos materiales, la energética y la cosmética. La incorporación efectiva de los cultivos de cianobacterias, micro algas y angiospermas son buenos ejemplos de tales desarrollos.
La Acuicultura como apoyo a la protección de la vida submarina (ODS 14)
Cada año asistimos a un incremento de la población que vive en las zonas costeras y que depende de sus recursos para su desarrollo y subsistencia. Por tanto, no es de extrañar la preocupación de las Naciones Unidas al establecer un Objetivo específico, incluido en nuestra memoria de sostenibilidad y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS 14), centrado en la protección de la vida submarina mediante la conservación y uso sostenible de mares y océanos como medio para asegurar el desarrollo sostenible.
Parece claro que los efectos de la sobreexplotación de algunos recursos marinos, así como los daños colaterales de dicha actividad, han repercutido sobre la biodiversidad (sensu lato), el equilibrio de las cadenas tróficas y la conservación de numerosos hábitats y especies, aspectos todos ellos relacionados con servicios ecosistémicos de gran valor para la sostenibilidad de mares y océanos.
La actual reducción de la presión pesquera asociada al incremento de la producción acuícola global constituye un buen reflejo del cambio de tendencia asociado al más que posible incremento de este sector.
Dicho desarrollo debe tener en cuenta las características socio-ecológicas de los diferentes sistemas, de forma que se pongan en valor en el mismo modelo sus potencialidades tangibles e intangibles para asegurar una transición ecológica y justa.
De este modo, aspectos como el conocimiento profundo de las interacciones ambientales de la actividad, la consideración de la capacidad de carga del medio, la eficiencia en el uso sostenible de los recursos, la acuicultura multitrófica, la prevención y gestión de escapes o la incorporación de las energías renovables a los procesos productivos representan acciones clave para asegurar la protección de la biodiversidad marina.
La Acuicultura como oportunidad en la acción por el clima (ODS 13)
El desarrollo futuro de la acuicultura depende en gran medida de su capacidad de adaptación a unos escenarios climáticos inciertos. Pero, al mismo tiempo, la acuicultura puede contribuir a la acción por el clima en diferentes frentes. Es por ello por lo que la acción por el clima está incluida en la memoria de sostenibilidad y los objetivos de desarrollo sostenible.
Por un lado, ya se indicado la importancia de la acuicultura como un sistema de producción sostenible de alimentos básicos, favoreciendo la reducción de la huella ambiental en la provisión de proteína animal de calidad. Además, determinados tipos de acuicultura, como el cultivo actual de algas y moluscos, pueden contribuir al secuestro de dióxido de carbono.
Sin embargo, el potencial más importante de la acuicultura puede estar relacionado con la adaptación al cambio climático de las comunidades litorales. Arrecifes de ostras, marismas y humedales costeros proporcionan servicios ecosistémicos como la protección frente a la erosión, las inundaciones o la elevación del nivel del mar, la reducción de la contaminación o el mantenimiento de la biodiversidad, cuya gestión puede regularse y promoverse con la puesta en marcha de nuevas formas de acuicultura extensiva e intensiva, tal y como se recoge en nuestra memoria de sostenibilidad y en las directrices de la UE para el desarrollo de la acuicultura en la presente década.