La celebración del Día Mundial de los Océanos cada 8 de junio nos recuerda la estrecha relación que existe entre esta parte tan fundamental del planeta y los seres vivos. Así, es una jornada que destaca el crucial papel que juegan los océanos en nuestras vidas y la necesidad de protegerlos, tanto por nuestro propio bien como por el de la naturaleza. Lo que aquí nos lleva a hablarte sobre la importancia de la acuicultura para garantizar su protección y conservación.
Día de los océanos: Recuerda sus características para recordar su importancia
Si nos centramos en sus características más básicas, lo normal es que, cuando pensamos en el océano, lo hagamos también en agua salada y azul. Pero lo curioso es recordar que su agua es salada por su enorme contenido en sodio y cloro en forma sólida (lo cual deviene en sal común); elementos que están también acompañados de magnesio, potasio y calcio en menores proporciones.
¿Y por qué es azul? No solo por el reflejo de los cielos, sino porque, al encontrarse en gran cantidad, el agua tiende a mostrarse azulada pese a ser incolora.
Por otro lado, la extensión de los océanos es de más del 70% de la superficie del mundo, solo el 1% de la superficie oceánica está protegida. Los océanos contienen el 96% del agua del planeta, siendo el resto agua dulce en forma de ríos, lagos y hielo.
LA TEMPERATURA, UN FRÁGIL EQUILIBRIO PARA FACILITAR LA VIDA
Dada su enorme extensión, y por causa del cambio climático y el calentamiento global, preocupan los cambios en la temperatura del agua de los océanos. La temperatura varía según ciertos condicionantes, como la latitud, la presencia de corrientes marinas o la profundidad; y la huella del ser humano no debería influir en esos parámetros. ¿Sabías que el deshielo de los casquetes polares no solo modifica la temperatura y el comportamiento de las corrientes marinas sino que también puede impactar en la temperatura de diferentes zonas del mundo?
En este sentido, el papel de las microalgas es importantísimo a la hora de combatir el cambio climático, ya que son un gran pulmón de nuestro planeta. El fitoplancton es capaz de producir la mitad del oxígeno de la atmósfera mediante su fotosíntesis. Sin embargo, los cambios de temperatura pueden afectar al proceso y tener consecuencias, como la reciente aparición de “moco marino” en las costas de Turquía.
Hay que tener en cuenta que la temperatura oceánica depende de multitud de factores: de la radiación solar, de la mezcla de masas de agua en el propio océano, de la temperatura ambiente, de la latitud y la profundidad… y también de la actividad humana, especialmente de aquella que emite dióxido de carbono. De forma que la importancia de la acuicultura es enorme para crear condiciones idóneas para el cultivo y la reproducción de las especies acuáticas en un momento como este, donde la propia naturaleza no siempre puede garantizar lo mejor para estos seres vivos.
¿Qué beneficios tiene la acuicultura en la conservación de los océanos?
Pero no nos demoremos más y descubramos por qué es importante la acuicultura para nuestros océanos y, por tanto, también para el planeta.
Muchos beneficios con pocos recursos
Una de las ventajas de la acuicultura es que no se necesita agua dulce adicional, por lo que este recurso natural escaso no se gasta (de hecho, también se aprovecha en el caso de la acuicultura continental). Y a esto sumamos que los peces requieren de pocos recursos alimentarios propios, debido a que flotan en el medio.
Consumo responsable: Pescado fresco, pescado local
Si de algo podemos estar orgullosos los españoles es de nuestra gastronomía, y el pescado es una parte fundamental de la dieta mediterránea. La importancia de la acuicultura española es tal permite que puedas consumir pescados de muy alta calidad y frescura, ya que pueden pasar del mar a tu mesa en muy poco tiempo gracias a su cercanía.
Optimizando los recursos marinos de forma consciente
Contamos con especies marinas autóctonas que forman parte de nuestra cultura gastronómica tradicional. Nos tomamos muy en serio la sostenibilidad ambiental y, por ello, gracias a la acuicultura marina, somos capaces de cultivar diferentes especies. Lo cual garantiza no solo su permanencia en nuestra gastronomía, sino también que se dé respuesta una gran demanda de proteínas sin que a cambio tengamos que explotar los recursos que el ecosistema marino nos ofrece.
Sustento económico
Se estima que en 2030, 40 millones de personas trabajarán en industrias relacionadas con el océano. Siendo los océanos no solo un sustento de la humanidad a nivel económico, sino a nivel alimenticio, la producción acuícola tiene un importante impacto. En nuestro país, supone y puede suponer el sustento de numerosas familias de tradición pesquera. Por lo que la importancia de la acuicultura crece en la medida que ayuda a generar nuevos puestos de trabajo, a respetar a nuestros mares y océanos y a asegurar la demanda alimentaria de nuestra población en el futuro.
Investigación + Desarrollo + Innovación en acuicultura
Otra ventaja de la acuicultura para los océanos es que fomenta el I+D+i, ya que se encuentra inmersa en procesos de innovación constantes. De hecho, para el cuidado del medioambiente y las especies cultivadas es imprescindible apoyarse en los avances científicos. La investigación no solo ayuda al cultivo de un pescado de mayor calidad, sino también al desarrollo sostenible.
EL VALOR DE LA ACUICULTURA
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ACUICULTURA EN LA ALIMENTACIÓN DEL FUTURO?
Cada año, el denominado ‘Día de la Sobrecapacidad de la Tierra’ llega antes. Esta es la fecha en la que la humanidad ha consumido todos los recursos que el planeta es capaz de generar en un año. En 2023 tuvo lugar el 2 de agosto, lo que significa que nuestro ritmo actual de consumo requiere de 3 veces más recursos naturales de los disponibles para sostenerse. O lo que es lo mismo: se necesitarían 1,75 planetas Tierra para responder a toda la demanda actual.
Por lo tanto, actualmente nuestros ecosistemas están sobrepasados y es preciso que tomemos medidas para garantizarnos en el futuro un modelo de producción alimentaria que sea sostenible y que tenga el potencial de crecer. Fundamentalmente, porque nuestra población no va a dejar de hacerlo: si a finales de 2022 llegamos a los 8.000 millones de personas en todo el planeta, para 2050 se espera que seamos 9.700 millones. Es decir, 1.700 millones más de bocas que alimentar.
VENTAJAS DE LA ACUICULTURA FRENTE A LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA
Es aquí donde la importancia de la acuicultura surge como solución del problema. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) así lo señala, porque incide en el papel clave que debe jugar en la alimentación del futuro por su capacidad para ser “sostenible, integradora y responsable con las personas y el medioambiente”.
Por tanto, con un 70 % de la superficie de la Tierra cubierta por agua y con más de 1.380 millones de kilómetros cúbicos del ‘líquido elemento’, la acuicultura se presenta como alternativa y complemento de la agricultura y la ganadería. Y argumentos favorables no le faltan, porque demanda menos tierra cultivable, emite menos gases contaminantes y permite que las especies en cultivo sean más eficientes desde el punto de vista productivo.
LA IMPORTANCIA DE LA ACUICULTURA EN ESPAÑA
Nuestra Segunda Memoria de Sostenibilidad del Sector Acuícola español es una magnífica fotografía de la situación actual del sector en nuestro país. En un contexto donde el consumo mundial de alimentos acuáticos está creciendo significativamente a un ritmo medio anual del 3,5 % desde 1961, España figura como el país líder de la UE en volumen de producción y el segundo en valor.
En 2021, según datos recogidos por APROMAR, la acuicultura nacional produjo 327.309 toneladas de peces. De ellas, aproximadamente el 78 % correspondieron al mejillón (255.303 t.), mientras que la lubina (23.924 t.) y la trucha arcoíris (15.357 t.) también destacaron. Así, la producción total alcanzó un valor en primera venta de 629 millones de euros y sustentó una industria que en 2020 dio 12.478 empleos directos.
Por lo tanto, su contribución a la economía nacional es relevante y creciente. Pero la importancia de la acuicultura es prácticamente incalculable, porque también hay que destacar el papel que juega como integrante de una cadena de valor en la que intervienen empresas proveedoras de alimento para los peces, de maquinaria, ingeniería de granjas, laboratorios veterinarios, tecnología naval, empresas de logística o digitalización, entre otras muchas.
¿QUÉ OTROS BENEFICIOS TIENE LA ACUICULTURA?
Como ves, en los océanos, mares y ríos está la respuesta a los evidentes problemas de inseguridad y accesibilidad alimentaria que afronta la humanidad. Criar pescado es una magnífica manera de preservar nuestros ecosistemas acuáticos y biodiversidad a la vez que nos aseguramos el acceso a alimentos nutritivos y sabrosos.
Y, más allá de sus ventajas para los océanos, hay más razones por las que es importante la acuicultura:
- Proporciona un pleno control de las especies acuáticas, ya que estas se crían en entornos preparados para que disfruten de condiciones óptimas para su crecimiento. De esta forma, el resultado es un proceso productivo de alta eficiencia que, además, proporciona productos saludables y de alta calidad.
- Favorece la diversificación de productos, dado que abarca la producción de un gran número de peces, lo que permite plantear una amplia oferta de alimentos y productos asociados.
- Incrementa la demanda de pescados y, por tanto, de acuicultura. Su gran calidad es un reclamo constante que redunda en favor del propio sector acuícola. ¡Sus beneficios son tantos que saltan a la vista!
- Su impacto ambiental es reducido, gracias a que se puede desarrollar de forma sostenible y responsable.
En definitiva, la importancia de la acuicultura está fuera de toda duda. Y aunque ya forma parte de nuestro presente, su futuro es su gran fortaleza. Porque comer pescado nunca pasa de moda y contribuye al desarrollo de una sociedad saludable, equilibrada y sostenible. En definitiva, del mundo que todos queremos para el mañana.