Pescado ¿para comer o cenar?
Cuando un periodista o un paciente o tu vecina te pregunta: ¿es mejor el pescado para comer o para cenar? Lo cierto es que no te suena de nuevas, ya que es una cuestión antigua y que parece que nadie resuelve satisfactoriamente, pues la pregunta sigue ahí, revoloteando y dando vueltas cual escualo en banco de sardinas. Ya que hablamos de pescado azul o blanco, el que prefiera el lector.
La realidad es que resulta complicado dar una respuesta de esas que le gustan a los periodistas, a los pacientes y a las vecinas de enfrente. Corta, fácil y sencilla de entender. ¿Motivo? El conflicto de si es más conveniente elegir el pescado para comer o cenar no se deriva del pobre pescado en sí, sino del resto, de todas esas cosas, alimentos y situaciones que pueden darse alrededor de una ingesta de pescado, sea esta a medio día o por la noche.
¿Pescado para comer o cenar? La importancia del proceso
Veamos: la mayoría de la gente optaría por poner el pescado para cenar, como un ingrediente más. Claro, se digiere bien y de forma rápida y deducimos que la digestión será mejor y más fácil. Y no les falta razón a quienes eligen por ese motivo un plato de pescado para cenar.
De cualquier manera, no importa si elegimos pescado para comer a cenar, ya lo importante es la técnica culinaria elegida al cocinar pescado, la guarnición del plato, los acompañantes de este y la bebida… sean a su vez ligeros y digeribles con facilidad.
¿Lubina? Buena elección. Sobre todo, hervida o a la plancha. ¿Frita con un buen y espeso chorro de mayonesa? Ya no será lo mismo y nutricional y digestivamente, el plato resultante no será muy diferente del tradicional segundo plato mañanero a base carne o huevos.
¿Trucha al horno? Genial. Pero si le ponemos un buen chorro de aceite y va acompañada de esas maravillosas patatas panaderas además de por media botella de vino tinto… la cosa ya no es tan ligera.

Ventajas de cenar pescado
Sí, es evidente. Lo sabemos. Pero a menudo se nos olvida que lo decisivo cuando hablamos de la ‘bondad’ de un ingrediente, de un plato o de un menú es considerar todo lo que se come en esa ingesta, sea el desayuno, la comida o la cena. También lo que comimos antes, claro, y lo que vamos a beber.
Por supuesto, no podemos dejar de lado otros aspectos esenciales a la hora de pensar en la hora de la cena: que sea algo que se pueda cocinar de forma rápida, que guste a todo el mundo que se sentará a la mesa, sean mayores o pequeños, buenos comedores o con dificultades para masticar. ¡Ah, y a buen precio!
Es cierto que ahí cenar pescado (de manera destacada el procedente de acuicultura) gana de calle dejando claro que no es obligatorio, ni mucho menos, cenar día sí y día también los consabidos bocadillos, la ensalada ya hecha, el picoteo de queso o las terribles salchichas con tomate. Por no hablar de la pizza. Ojo: inflarse de carbohidratos poco antes de irse a dormir, de verdad que no es buena idea. Sobre todo, pudiendo elegir un alimento con poca grasa y fuente de proteínas como es nuestro pescado de acuicultura.

Pescado para comer o cenar, la mejor opción… el pescado de acuicultura
Claro que, por los mismos motivos, también podría recomendarles los pescados para comer a medio día. Ahí estarán sus gustos, la capacidad de su bolsillo o cómo y de qué vivan… desde aquí solo les podemos decir que muchos de nosotros comemos fatal. Sin reparar más allá de la boca y del sabor de lo que metemos en ella. Así, día tras día, durante años, descuidamos nuestras arterias y nuestro metabolismo.
Por eso será buena idea acostumbrarse a pensar en lo que comemos. Y a elegir con cabeza. Desde luego, con frecuencia e idealmente, será pescado de acuicultura. Sobre todo, para comer. O también para cenar.
