¿Eres más de pescado fresco o congelado? ¿De ir a la pescadería o mercado del barrio o de comprar en el supermercado pescado envasado? Sea como sea, todos estos tipos de compra de pescado de acuicultura tienen un denominador común: la trazabilidad total del producto.
Los consumidores somos cada vez más conscientes de la importancia de conocer la procedencia de los productos que compramos. Así como de las transformaciones a las que son sometidos los alimentos hasta llegar a nuestra nevera.
Esto es lo que se conoce como trazabilidad, un concepto muy ligado a la seguridad alimentaria y a la información al consumidor y reglado desde la Unión Europea. ¡Te contamos en qué consiste!
Trazabilidad en acuicultura: control de todas las etapas
El proceso de trazabilidad en la acuicultura empieza en el inicio de la cadena de producción. De hecho, todos los productos de acuicultura deben ser trazables en todas las etapas. Es más, debido a su particular método de producción, el pescado de acuicultura de España está sometido a unos estrictos controles de calidad que aseguran que están libres de enfermedades y que aportan un alto valor nutricional. Estos controles son de los más rigurosos de la Unión Europea.
La trazabilidad es, además, una de las diferencias entre la pesca extractiva y la acuicultura. Y es que el método de producción acuícola, cuya cría se inicia con la obtención de larvas y alevines en las propias granjas, permite controlar todas las etapas de la vida de los animales, desde su producción hasta su comercialización.
La trazabilidad en acuicultura significa un control absoluto en la alimentación de las especies cultivadas. Así como un conocimiento del medio acuático donde se crían, lo que implica la máxima garantía del pescado que llega al consumidor en términos de ausencia de anisakis, micro plásticos, etc. Se puede afirmar que los productos de Acuicultura de España tienen una trazabilidad total.
Trazabilidad en la cadena de comercialización
Pero, ¿Cómo conocemos los consumidores la trazabilidad del producto? La lonja para la pesca o las instalaciones acuícolas, que venden el pescado a los comerciantes deberá etiquetar los productos con toda la información sobre trazabilidad. Es decir, todo el proceso que ha experimentado hasta llegar allí. ¿Cómo? En España lo más común es el código de barras típico de la distribución general. Últimamente también se está incorporando el uso de los códigos QR.
La última norma vigente en materia de trazabilidad de los productos pesqueros y de acuicultura se remonta seis años atrás. Desde el año 2000 es obligatorio que el etiquetado de los productos pesqueros y acuícolas contenga información específica que garantice su seguridad alimentaria y refleje su recorrido.
¿Dónde encontrar esa información? Todo depende de la forma de venta del pescado. Si hablamos del de Acuicultura de España, la mayor parte del producto se vende fresco. En ese caso, deberás buscarla en los carteles del mostrador o preguntando a tu pescadero de confianza. No obstante, aunque menos frecuente, también es posible encontrarlo congelado o envasado. Entonces, el etiquetado lo encontrarás en la misma caja o bolsa que contenga el pescado.
La trazabilidad del pescado de acuicultura: información en el etiquetado
¿Te has decidido por el pescado de acuicultura? ¿Cómo puedes diferenciarlo del resto en la pescadería? La trazabilidad empieza por saber el método de producción. Actualmente, este dato es obligatorio en los carteles o etiquetas que acompañan al producto. Así que busca “acuicultura” o “de cría” y ¡Disfrútalo!
El nombre de las especies
Más allá del método de producción y del precio, otro de los elementos del etiquetado del pescado es su nombre, su identificación. ¿Dirías que alguna vez has comido Dicentrarchus labrax? Probablemente sí, porque este es el nombre científico de la lubina, y es obligatorio especificarlo, junto a la denominación comercial, en el etiquetado del pescado en venta. ¡Cualquier detalle es importante en temas de trazabilidad!
País de cultivo
También es obligado, para asegurar que el consumidor recibe la información suficiente, especificar en estas etiquetas el país de cría del pescado si hablamos de acuicultura, o la zona de captura en caso de pesca extractiva. La gran ventaja de la acuicultura es que conocemos todo. De hecho, en acuicultura, el país de cultivo que aparece en el etiquetado corresponde con el estado miembro de la UE o el país tercero en el que los peces o moluscos hayan sido llevado hasta la talla comercial habiendo permanecido más de la mitad de su tiempo de cría en las instalaciones acuícolas de ese país.
El precio por kg
Toda esta información es imprescindible en la correcta identificación de los diferentes pescados. Además, es obligado mostrar el precio. Y en el caso del envasado, podrás comprobar además que lleva el precio por kg de peso neto y también el mismo pero escurrido.
El etiquetado del pescado envasado
Aunque sea menos común, el pescado de Acuicultura de España también se vende envasado en algunos supermercados. Si se da el caso, deberá incluir también la fecha de caducidad, las condiciones de conservación y modo de empleo, así como el nombre de la empresa alimentaria con el que se comercialice el alimento.
Como has visto, la trazabilidad y la seguridad alimentaria son pilares fundamentales de la acuicultura. Decantarte por pescado de acuicultura significa no solo que el producto va a cumplir todas las garantías de seguridad, sino que además la trazabilidad en su proceso de producción asegura un pescado fresco, seguro y saludable para los consumidores.