La acuicultura en Asturias forma parte importante de la cultura, gastronomía, e idiosincrasia, tan reconocible y especial, de esta región del norte de España. No es de extrañar que al visitar tierras asturianas los lugareños te recomienden disfrutar de sus sabrosos platos de pescado y marisco, pero también de sus exquisitos moluscos, entre otras delicias autóctonas. De entre todos sus pescados de acuicultura, destaca, sin duda, la trucha arcoíris. Pero empecemos por el principio: ¿Sabes que, justo en estas fechas, concretamente, el 8 de septiembre, se celebra el Día de Asturias? Ese día se celebra la festividad de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias. ¡Y qué mejor excusa que esta! Acompáñanos en el itinerario de la acuicultura en Asturias, una de las tierras más ricas y completas a todos los niveles de nuestro país. ‘Mete’ lo imprescindible en la maleta, ¡te estamos esperando!
Historia y origen de la acuicultura en Asturias
Te preguntarás, seguramente, cuándo comenzó la actividad de la acuicultura en Asturias. Para ponerte en contexto, la acuicultura en Asturias surgió a finales de los años 60. Aunque, realmente, experimentó su plena expansión durante la década de los 70. Y otro dato más: no fue hasta principios de los años 80 cuando empezó a reconocerse la acuicultura a todos los niveles en el Principado. Algunos años más tarde, en 1993, Asturias ya contaba con más de 30 granjas acuícolas en activo, y en el año 2003, 18 de ellas se dedicaban exclusivamente al cultivo de la trucha arcoíris, uno de los pescados más cotizados de la acuicultura en España, y también ¡protagonista de este artículo!
Quizás te sorprenda saber otra curiosidad sobre ella, y es que, en la actualidad, sólo una parte de la producción de la trucha arcoíris ‘se queda en Asturias’, un mercado local exigente, al ser los asturianos grandes consumidores de este pescado. Pero, durante esta última década, la trucha arcoíris asturiana ya se exporta a lugares lejanos como Dinamarca, Alemania y otros vecinos de la Unión Europea.
Un impulso hacia la acuicultura asturiana
No hace mucho, concretamente, el año pasado, la acuicultura en Asturias experimentó un impulso local que tendría trascendencia a otros niveles, como el laboral o el demográfico. Y es que, el Gobierno del Principado acordó destinar 1,1 millones a la concesión de ayudas a proyectos de acuicultura, así como a su modernización. Se trató de una serie de subvenciones cofinanciadas por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) en claro apoyo al cultivo sostenible que comprende la actividad acuícola, en este caso, en tierras asturianas.
De este modo, el oficio de acuicultor, que siempre ha estado ligado a conceptos como sostenibilidad o comercio de cercanía, se ubicó en un nuevo escenario más visible y reconocido en la sociedad, logrando que locales y visitantes consideren a la acuicultura en Asturias, como la actividad sostenible y respetuosa con el medio ambiente que siempre ha sido. Además, se trató de una iniciativa que daría trabajo a cientos de personas en una época marcada por la crisis de la COVID-19. Esto supuso, también, una pequeña repoblación de ciertas zonas de la tristemente llamada ‘España vaciada’; todo ventajas.
Acuicultura en Asturias, ‘perla’ sostenible
La acuicultura asturiana es una actividad prolífica, en la que, debido a lo abrupto de su costa, a los rigores del mar Cantábrico y a lo cortos que son sus ríos, hay escasa variedad de especies, es cierto, ¡pero de una calidad inmejorable y prácticamente indiscutible! Por ello, es costumbre poder disfrutar de manjares como las anguilas, o las truchas. Porque también es común ver granjas de anguilas en Grado y Picos de Europa; una producción que algunos denominan ‘delicatessen’ y que se exporta a restaurantes y a tiendas gourmet de la zona.
Asimismo, y según investigadoras locales tan reconocidas como Isabel Márquez, científica del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), se vislumbra que, en 2056, la práctica totalidad de los productos pesqueros sean cultivados. Y justo aquí vuelve a cobrar relevancia la trucha arcoíris. Ahondemos, de lleno en este pescado, cuya demanda va en aumento año tras año, y que encuentra en su ‘primo lejano’, el salmón, su principal competidor.
La trucha arcoíris, reina de la acuicultura en Asturias
Las truchas tardan en crecer entre nueve y once meses, rondando los 200 gramos. Además, para cultivar 100.000 kilogramos de truchas anuales, se necesita un mínimo de 600 litros por segundo de aporte de agua constante. Como todos los salmónidos, la trucha arcoíris también es una especie que requiere de agua en gran cantidad y de muy buena calidad para desarrollarse en condiciones óptimas; precisamente, cantidad y calidad son las dos características que definen a la trucha arcoíris asturiana. Podemos decir que estamos de suerte.
¿A que, apetece sobremanera, recorrer los encantadores rincones asturianos saboreando su pescado de acuicultura? No dudes en hacerlo, pero, mientras tanto, déjanos proponerte una idea muy sencilla para cocinarlo, y que además responde a la gastronomía local asturiana.
Receta con trucha arcoíris
¡Presta atención! Se trata de prepararlo con, ¡toma nota!, almendras machacadas, laurel, pimienta, un vasito de sidra, un toque de guindilla y mantequilla. Agregaremos un sofrito de cebolletas con la sidra y con el caldo hervido, y cubriremos las truchas para ‘sellar’ con las almendras fileteadas y el toque de laurel. En apenas 15-20 minutos de horno, lo tendremos listo.
¿A que es una receta de lo más sencilla y saludable? Mientras te piensas cuándo prepararla, te agradecemos el acompañarnos en esta ruta por la acuicultura asturiana, ¡nos vemos pronto!
