La corvina de acuicultura es, sin duda, uno de los pescados blancos por excelencia. Ya os habíamos hablado de ella, cuando hace unos días os tentábamos con platos como el ceviche, del que es la estrella indiscutible. Y es que la corvina (Argyrosomus regius), es una joya en sí, no sólo para el paladar.
¡Conócela de cerca y no te pierdas detalle!
¿Qué hace a la corvina de acuicultura tan especial?
Pese a que otros pescados blancos gocen de más popularidad entre los consumidores, como es el caso de la dorada o la lubina, la corvina es un pequeño secreto a voces de aquellos que presumen de un gusto exquisito. Si tú lo tienes, querido lector, esta especie estará entre tus favoritas.
Por el contrario, si todavía no le has puesto cara a este rico pescado, lo reconocerás por: su cuerpo esbelto y alargado, su color gris plateado y sus aletas más oscuras que el resto del cuerpo. Sin embargo, no te podemos guiar sobre su tamaño y peso ya que pueden llegar a pesar entre 1 y 50 kilos y a medir entre 30 centímetros y 2 metros. Sorprendente, ¿verdad? aunque la corvina de acuicultura rara vez supera los 5 kilos.
Independientemente de su tamaño y su peso, su carne se caracteriza por ser tersa y sabrosa, y admite diferentes formas de cocinado: crudo en ceviche, a la sal, al horno o a la plancha. Esto da lugar a que te arremangues y saques tu vena más “cocinillas” ya que las opciones que tienes a la hora de elaborar recetas se multiplican.
Propiedades nutricionales de este pescado marino
Todos los pescados blancos gozan de un porcentaje de grasa muy bajo, y la especie que hoy nos ocupa no supera el 2,5% de grasa. Esto hace que su aporte calórico sea muy bajo, suponiendo menos de 90 kcal por cada 100 gramos de esta delicia.
Por otra parte, hay que destacar que el consumo de este pescado, nos aporta proteínas de gran calidad. Estas proteínas son fundamentales para el mantenimiento de nuestra masa corporal, así como para nivelar nuestro metabolismo y reforzar nuestras defensas.
Además, gracias a su consumo nos beneficiaremos de minerales, vitaminas y micronutrientes muy variados. Sin olvidarnos que, esta delicia de agua salada es una fuente de ácidos grasos Omega-3. La corvina nos aporta de 0,5 a 1,2 gramos por cada 100 gramos de este pescado.
La corvina de acuicultura una especie el alza
Por todos estos motivos, no es de extrañar que la corvina de acuicultura se haya visto incrementada su cría en el sector acuícola español. Sin ir más lejos, en 2019 la producción de corvina en España superó las 3.623 toneladas, un 44,9% más que en 2018.
Pese a que este tipo de especie es cultivada, en su mayoría, en la costa mediterránea, concretamente en la Comunidad Valenciana, también encontramos viveros flotantes en las costas andaluzas. Y aunque sea algo residual, pueden encontrarse cultivos en esteros, los estanques excavados en la tierra en antiguas zonas salineras o marismas.
Otros datos peculiares de esta especie
Y es que, ¡ojo! Si con todo lo que has leído, hasta ahora, te han entrado unas ganas de ir corriendo a tu pescadería para poder darte un homenaje de corvina de acuicultura española, no te pierdas estas curiosidades que la hacen, todavía si cabe, más especial:
- Junto con la dorada y la lubina, la corvina de acuicultura cuenta con sello de calidad propio. Este sello, Crianza de Nuestros Mares, es garantía de calidad, seguridad alimentaria y de su origen español.
- Y, por último, acabamos este artículo protagonizado por este delicioso pescado blanco, descubriéndote una de sus mayores curiosidades. En el interior de las corvinas existen unos huesecillos, llamados otolitos, que en culturas milenarias eran considerados como piedras preciosas, siendo unos ¡cotizados amuletos!
Receta con Corvina de acuicultura
Una vez que conocemos todo sobre la corvina, lo más importante es… ¿Cómo lo cocinamos? Por eso, te detallamos una de las recetas más deliciosa y sencilla, con la que sorprenderás a todos.
Corvina al horno con patatas
Ingredientes:
- 1 corvina
- 1 cebolla
- Tomillo fresco
- Hierbas provenzales
- 1 limón
- 3 dientes de ajo
- 50 ml de caldo de pescado
- 50 ml de vino blanco
- 2 patatas
- Aceite de oliva
- Pimienta
Preparación
Para las patatas:
- Picamos el ajo y lo calentamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
- Pelamos las patatas. Cortamos las patatas en rodajas de medio centímetro, las lavamos y las secamos bien para eliminar la fécula.
- Salpimentamos las patatas. Las doramos unos segundos junto al ajo.
- Extendemos la patata y el ajo en una fuente y añadimos las hierbas provenzales.
- Cocinamos en el horno durante 15 minutos con el ventilador activado.
Para la cama de cebolla:
- Cortamos la cebolla. Aliñamos con un poco de sal y aceite de oliva.
- Marcamos en la sartén la cebolla
- La colocamos en la bandeja junto a las patatas y el ajo ya cocinado.
Para la corvina al horno:
- Sazonamos el interior de la corvina con hojas de tomillo, aceite de oliva, sal y pimienta.
- Colocamos la corvina encima de la cama de cebolla y patatas. Añadimos otro poco de pimienta y sal. Bañamos el pescado con el caldo de pescado, el vino blanco y aceite de oliva.
- Horneamos al horno a 180ºC con ventilador, por arriba y por abajo durante 20 minutos.
- Sacamos la corvina del horno, le damos un último toque con un chorro de aceite de oliva y servimos.
