Desde Acuicultura de España queremos dar a conocer el papel de las mujeres en el sector pesquero, así como su importancia. Creemos que es importante romper con la idea de la figura masculina siempre asociada al sector y visibilizar el papel de la mujer, fomentando su integración y la igualdad.
Tras tratar este tema en anteriores artículos y recientes colaboraciones, como la de Anmupesca, hoy queremos conocer más sobre la Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero (REMSP). Para ello, contamos con la colaboración de Juan Ignacio Gandarias Serrano, director general de Ordenación Pesquera y Acuicultura y presidente de REMSP desde la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
¿Qué es la Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero (REMSP)?
Es una plataforma de trabajo impulsada por la Secretaría General de Pesca en el marco de sus competencias en materia de planificación y gestión de las políticas de integración e igualdad en el sector. Su fin ha sido el promover la comunicación y el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre las profesionales que trabajan en este ámbito de actividad, en cualquiera de sus diversas áreas, para visibilizar y poner en valor su labor, así como la de las organizaciones que las representan.
¿Cuándo se funda?
Nace en 2010 en el marco del Fondo Europeo de Pesca (FEP) para el periodo 2007-2013, estableciendo la base para la consecución de uno de los objetivos horizontales de este fondo: la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres en el desarrollo del sector pesquero y las zonas de pesca. Este objetivo se ha mantenido en el siguiente fondo, el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) 2014-2020, y seguirá estando en el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) 2021-2027, cuyo programa operativo se está definiendo en estos momentos.
¿Quién forma parte de esta organización?
En la actualidad, casi 70 asociaciones profesionales de mujeres del sector pesquero y acuícola de todo el territorio nacional son miembros de la Red. También cerca de 50 entidades colaboradoras, entre las que se encuentran asociaciones empresariales de la pesca y la acuicultura, organizaciones de productores, cofradías de pescadores u otras redes sectoriales tanto dentro como fuera de España.
¿Qué verticales ampara esta organización? (¿Pesca extractiva? ¿acuicultura?)
Tienen cabida todas las profesionales de la cadena de valor de la pesca y la acuicultura: pescadoras, armadoras, mariscadoras, trabajadoras de la acuicultura marina y continental, rederas, neskatillas, empacadoras, profesionales de la industria de la transformación y comercialización de productos pesqueros y acuícolas, etc.
¿Qué peso tiene la acuicultura en esta organización?
Aproximadamente el 20% de las asociaciones inscritas como miembros se dedican al ámbito del marisqueo a pie y cultivo de moluscos, siendo miembro también alguna granja de acuicultura continental en la que las mujeres tienen una gran presencia.
Además, cabe señalar que la Red colabora de manera estrecha con entidades que representan los intereses de los profesionales de este ámbito como la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR).
¿Cuál es la situación actual de la mujer dentro de la acuicultura en España?
En términos cuantitativos, la situación de las mujeres en el sector acuícola es reseñable. Están significativamente presentes tanto en la acuicultura marina, donde representan el 28,5% del empleo, como en la acuicultura continental, donde se sitúan en torno al 20%, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) correspondientes a 2019.
En acuicultura el número de mujeres muestra una tendencia decreciente en el periodo 2013-2019. No obstante, en los empleos a tiempo completo, las mujeres sólo representan el 18,19 %, principalmente en los cultivos menos técnicos (parques y bancos marisqueros y bateas). Por tanto, el papel y representatividad de la mujer es todavía bajo, especialmente en los empleos más especializados.
En materia sociolaboral, la REMSP elaboró en 2016 un diagnóstico sobre la situación de la mujer en la acuicultura cuyas conclusiones siguen siendo válidas en la actualidad. Se identificaba que en esta área de actividad existe una fuerte segmentación horizontal, o división de tareas, entre hombres y mujeres. Esta división responde a roles de género basados en creencias sobre los aspectos biológicos distintivos o cualidades intrínsecas de cada sexo.
Mención especial merece el marisqueo a pie, una actividad que se encuentra a medio camino entre la extracción y la acuicultura (ya que se basa en gran medida en las labores de siembra y cultivo). En este caso, la prevalencia femenina, en términos cuantitativos, ha sido muy notable históricamente. También el sector del cultivo del mejillón, en regiones como Galicia donde las mujeres (denominadas bateiras) vienen realizando todo tipo de trabajos, desde la conducción de las embarcaciones auxiliares, el encordado, el desdoble o la clasificación, hasta la gestión de los diferentes asuntos relacionados con la concesión de la batea.
Por último, señalar que se debe seguir trabajando en los aspectos estructurales y de carácter organizativo, eliminando aquellos que condicionan el acceso de las mujeres a puestos de mayor responsabilidad y toma de decisiones.
¿Hay alguna diferencia con el resto del sector pesquero?
Desde el punto de vista de la igualdad de género no demasiada, porque la segmentación laboral que se produce en la acuicultura, tanto a nivel horizontal como vertical, también se da en otros ámbitos del sector primario como la pesca extractiva. Incluso podríamos decir que es generalizada en el conjunto del sector. Y es que los trabajos que se ejercen directamente en el mar, o que implican el embarque, siguen siendo principalmente realizados por hombres. La presencia femenina es mayoritaria en las actividades desarrolladas en tierra, como sucede en el marisqueo a pie, la elaboración y mantenimiento de redes de pesca, la transformación y la comercialización de productos pesqueros y acuícolas, sobre todo en el segmento detallista.
¿Hay algún campo dentro de la acuicultura donde la importancia relativa de la mujer esté más presente?
Las mujeres tienen una representatividad elevada, incluso mayoritaria, en tareas de tipo administrativo y, sobre todo, en el marisqueo a pie y en la gestión de las empresas dedicadas al cultivo de mejillón.
En las últimas décadas, han ido ganando peso en el ámbito de la investigación e innovación acuícola y participan en un amplio abanico de actividades científicas y tecnológicas como la dirección de proyectos en materia de I+D+i, el control de calidad y el asesoramiento técnico en materia de especies y calidad de las aguas. Otro nicho dónde empiezan a tener un papel destacado es en la diversificación de actividades asociadas a la acuicultura. Desarrollan actuaciones que apuestan por la innovación y la sostenibilidad; impulsan iniciativas relacionadas con la cría de especies como las algas, y promueven el turismo acuícola. En las dos publicaciones de “Buenas prácticas emprendedoras promovidas por mujeres del sector”, realizadas por la REMSP hay interesantes ejemplos en este sentido.
¿Qué medidas se están realizando para promover la igualdad de oportunidades?
Desde que se creara la REMSP en 2010, la Secretaría General de Pesca ha buscado favorecer la visibilidad, la inserción laboral y el reconocimiento profesional de todas las mujeres del sector pesquero y acuícola. En los últimos años las actuaciones de la red se han focalizado hacia el fomento del asociacionismo, el emprendimiento y el liderazgo femenino. Siempre en sintonía con las demandas que en este sentido están trasladando las propias mujeres del sector, cada vez más organizadas y unidas.
¿Existe alguna iniciativa o práctica específica para promover esta igualdad en el sector acuícola?
La Secretaría General de Pesca publicó hace seis años el Plan para la Igualdad de Género en el Sector Pesquero y Acuícola (2015-2020). Su finalidad era diseñar una estrategia de partida que pudiera servir de base tanto a las organizaciones y agentes sociales como a las diferentes administraciones para implementar el principio de igualdad en las políticas sectoriales y desarrollar acciones en materia de género. Una vez finalizada su vigencia, se ha realizado una evaluación, en la que CCAA, entidades y asociaciones de mujeres profesionales del mar han valorado las actuaciones que en materia de igualdad se han realizado durante este periodo en cada territorio y ámbito de actividad, incluida la acuicultura, detectando los logros alcanzados y también retos y necesidades que han de tenerse en cuenta en el futuro Plan de Igualdad para el sector 2021-2027, que se está redactando en estos momentos.
En lo que respecta de manera específica a la acuicultura, en dicha evaluación se ha contado con la participación de entidades empresariales y asociativas que trabajan en este ámbito.
La nueva Estrategia española de acuicultura 2021-2030 será coherente con este Plan de Igualdad y establecerá sinergias entre ambos instrumentos; en línea con las Directrices de Desarrollo Sostenible de la Acuicultura de la Comisión Europea.
¿Cuáles son los retos y oportunidades que tiene la Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero para el futuro?
Uno de los grandes desafíos del sector en materia de igualdad – y de la REMSP – es conseguir un equilibrio real y efectivo entre sexos tanto en lo relativo al empleo, posibilitando una mayor presencia de las mujeres en aquellas actividades donde todavía están infrarrepresentadas. También en términos de promoción profesional, dada la todavía escasa participación femenina en puestos de decisión. Avanzar hacia una mejora de las condiciones de trabajo, como la temporalidad, la conciliación y la salud y seguridad laboral, y reducir la brecha de género mediante estrategias de sensibilización que destierren “prejuicios y estereotipos de género”.
Otro es el relevo generacional. Actuaciones en el ámbito de la formación y la capacitación, deben ser las principales herramientas encaminadas a fomentar el emprendimiento y el surgimiento de nuevas vocaciones.
La Red tiene una oportunidad de mejora en el ámbito de las estadísticas, que todavía son escasas y no acaban de reflejar el peso real de las mujeres en algunos eslabones de la cadena de valor. No obstante, en lo que concierne al ámbito acuícola, el MAPA –tanto a través de su Encuesta Económica de Acuicultura como de su Encuesta de Establecimientos de Acuicultura– proporciona datos desagregados por sexo que aportan una idea clara de la representatividad femenina por modalidad de acuicultura, instalación, jornada y tipo de empleo.
El futuro también pasa por la mejora de la competitividad del sector, aprovechando las oportunidades que el consumo, las nuevas tecnologías, la economía azul o las políticas europeas (como la Estrategia De la Granja a la Mesa) suponen para la acuicultura. Hoy por hoy es uno de los sectores con mejores perspectivas de crecimiento dentro de la producción sostenible de alimentos de origen animal. En los próximos años también será necesario fortalecer el vínculo y las sinergias entre el sector acuícola y otros sectores a través de actividades de diversificación que generen nuevas oportunidades de empleo y fuentes de ingresos, en especial para mujeres y jóvenes.
¿Comparando el pasado con el presente, vamos en la buena dirección?
En esta década ha habido un evidente progreso en lo que respecta a la igualdad de género en el sector. Las mujeres son hoy parte destacada de todos los subsectores de actividad que forman parte de la cadena de valor de la pesca y la acuicultura. Su trabajo es cada vez más visible y reconocido tanto social como profesionalmente.
Asimismo, en los últimos años, las trabajadoras del mar se han profesionalizado. Han consolidado su capacidad organizativa, han ampliado su potencial emprendedor y encabezan proyectos empresariales de éxito, muchos de los cuales son referentes en innovación y sostenibilidad. Cuentan con un peso cada vez mayor en los espacios de debate y decisión del sector donde hasta hace poco no estaban presentes.
Todos estos avances indican que se progresa en la buena dirección. Quedan prioridades que abordar, marcadas por las Directrices Generales de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. Por ejemplo, la brecha retributiva y laboral, que afecta a las mujeres de la actividad pesquera, y la eliminación de barreras y obstáculos que dificultan su desarrollo profesional. La Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero será un instrumento esencial en la consecución de estos objetivos.