Productos de acuicultura: un pilar de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea sin pescado es lo mismo que un barco sin mar o un océano sin agua. El pescado es el complemento perfecto a las deliciosas raciones de verduras y legumbres tan típicas de la alimentación sostenible. ¡Recetas en las que, por supuesto, no puede faltar el aceite de oliva!

La teoría la tenemos clara. Pero ¿qué pasa cuándo lo llevamos a la práctica? ¿Cuántas raciones de pescado consumimos a la semana? Si la respuesta a la última pregunta es más de 2, ¡enhorabuena, has aprobado! Si, por el contrario, consumes pescado entre 1 y 2 veces a la semana, o menos, lamentamos decirte que tu dieta y alimentación mediterránea necesita mejorar.

Pero, no todo está perdido. Aún podemos conseguir que tu alimentación mediterránea progrese adecuadamente e incluyas este delicioso alimento como lo que es, un hábito de vida saludable propio de la alimentación sostenible. ¡En este sentido, el pescado de acuicultura juega un importante papel! La corrección en tu dieta empieza por incorporar especies como la trucha, la dorada, el rodaballo o la lubina a tu menú semanal. ¡Una buena manera de hacer tus comidas y cenas más saludables, al tiempo que apuestas por la alimentación sostenible!

¿Por qué acuicultura significa alimentación sostenible?

En nuestra nutrición es importante apostar por alimentos saludables. Pero debemos ir más allá. No podemos quedarnos únicamente en aquello que es beneficioso para nosotros, también debe serlo para el medio ambiente. ¿Adivinas qué? El pescado de acuicultura es beneficioso para ambos y, por lo tanto, puede considerarse como alimentación sostenible.

Los pescados de acuicultura, como acabamos de ver, constituyen una importante fuente de Omega 3. Pues lo consiguen porque ellos mismos son alimentados con aceites y harinas de origen marina ricos en este tipo de ácidos grasos. ¡Que las especies de pescado que consumimos tengan una buena alimentación, es también una garantía para nuestro bienestar!

La acuicultura va por buen camino, de eso no hay duda. Sin embargo, todavía queda mucho por recorrer y mejorar en aspectos de alimentación sostenible. Es por eso por lo que, actualmente, se está trabajando en otras vías con las que proveer de Omega 3 a los peces. Las algas y algunas levaduras se presentan como alternativa ideal para el suministro de estos ácidos grasos. ¡Una opción con la que reducir la sobreexplotación de los mares y fomentar la alimentación sostenible!

Si una cosa está clara es que los recursos naturales del planeta se están agotando. Lo creamos o no, cada uno de nosotros juega un importante papel. Todos podemos aportar nuestro granito de arena en revertir esta situación. Para ello, es fundamental apostar por la alimentación sostenible gracias al pescado de acuicultura. Una solución al agotamiento de recursos naturales del planeta y una apuesta por la alimentación del futuro. ¡En nuestras manos está cambiar el rumbo del mundo!