Hoy tenemos como invitada en nuestro blog a Rita Míguez de la Iglesia, presidenta de ANMUPESCA (Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca).
Duros inicios de mujeres del sector pesquero
Desde el principio de los tiempos, el sector pesquero siempre ha estado referenciado por las figuras masculinas. Marineros, armadores, pescadores, etc. han sido sinónimo de un modo de vida en el que las mujeres hemos permanecido ocultas, invisibilizadas. Sin embargo, hemos desarrollando un trabajo esencial para el buen hacer de un sector estratégico para la economía de España y de Europa.
Desde finales del siglo XX, las mujeres hemos dado un paso al frente y nos hemos significado como trabajadoras. Trabajadoras de un medio que nos da la vida y al que amamos profundamente. Es bien sabido, que todo aquel que llega a trabajar en el mar siente una devoción y una atracción particular.
Las primeras mujeres en dar este paso fueron en primer lugar las mariscadoras y luego las rederas. Se iniciaron en la difícil tarea de asociarse. Buscaron la profesionalización de unas tareas que hasta entonces estaban sin regularizar, y que a duras penas significaban unos pequeños ingresos para las familias. Y es que es así como empezamos. Al comienzo, desarrollando un trabajo casi por amor al arte. Ya que contribuíamos a las paupérrimas economías familiares de marineros y hombres de la mar con unos mínimos ingresos.
«Hoy somos muchas las mujeres de la pesca y la acuicultura»
El apoyo institucional, pero sobre todo nuestro afán y nuestra ilusión por convertir nuestros trabajos en verdaderos sustentos de nuestras vidas y de nuestras familias nos hicieron dar pasos de gigante en pocos años. Conseguimos los carnés profesionales. Nos formamos en técnicas de atado y armado de aparejos. Cursamos estudios de titulaciones náutico-pesqueras. Nos formamos como marineras, en primeros auxilios, en supervivencia, etc. Todo por y para un sector en el que nos sentimos protagonistas.
Hoy somos muchas las mujeres del sector pesquero en el mundo. Según la FAO, 5,4 millones de mujeres formamos parte del sector de la pesca y la acuicultura, lo que representa un 12% del total. Pero según el Eurostat, en 2012, las mujeres representaban en Europa el 12% de los trabajadores de la pesca y según el Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (CCTEP), las mujeres representaban el 28% del empleo total en la acuicultura y el 57 % en la transformación en 2009.
En España, según datos de 2017, las mujeres del sector pesquero suponen el 16% de los profesionales, y en Galicia, este porcentaje se eleva a más del 25%, lo que indica la importancia y relevancia de nuestra presencia en este ámbito económico.
Nuestro reto para el futuro
Lejos de esta importante presencia en el sector, hay que señalar que son muchos los problemas que nos preocupan. Desde nuestra situación profesional con ocupaciones que apenas están profesionalizadas, la carencia de formación reglada de nuestras tareas, la falta de relevo generacional, las deficiencias socio laborales o la falta de reconocimiento de nuestras enfermedades profesionales. Y es en estos objetivos, entre otros muchos, en el que asociaciones como Anmupesca cobran especial sentido.
Anmupesca es una entidad sin ánimo de lucro donde se dan cita mariscadoras, rederas, perceberas, armadoras, pescaderas, biólogas, etc. Con presencia en seis Comunidades Autónomas: Galicia, Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid. Comprende a todo un conjunto de profesiones vinculadas con la pesca en España que buscan además su correspondencia en Europa a través de la red Aktea, que está comenzando de nuevo a revitalizarse.
Está claro que son muchos los retos que tenemos por delante, pero la realidad no es otra que la fuerza que emana de un grupo de mujeres que buscan mejorar sus condiciones profesionales y llegar a las futuras generaciones un porvenir de prosperidad y bienestar. En eso estamos y estará siempre Anmupesca.