Pescado en el embarazo

¿Cómo de importante es el consumo de pescado en el embarazo? Para poder resolver esta cuestión contamos de nuevo con Andrea Calderón, nutricionista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencia de la Alimentación (SEDCA).
Embarazo y lactancia materna
El embarazo y la lactancia materna son dos periodos fisiológicos en los que los requerimientos nutricionales se encuentran aumentados por dos motivos. Por una parte, para cubrir las mayores necesidades de la mujer embarazada. Y por otra, para satisfacer la demanda del bebé mientras se desarrolla y posteriormente para su correcta alimentación mediante la lactancia materna.
Durante estas etapas de la vida es necesario un mayor aporte de energía. Concretamente, en torno a 250 kcal más en embarazo, y 500 kcal en lactancia materna. Además, es importante, llevar a cabo un incremento de proteína, ácido fólico, vitamina A y D, y minerales como: calcio, hierro o zinc.
La alimentación de la futura mamá
La alimentación de la madre debe asegurar el aporte de todos los nutrientes previamente mencionados, para un correcto desarrollo del embarazo y la lactancia. Para ello, es primordial llevar una dieta saludable, con una serie de adaptaciones. Así, se recomienda un mayor consumo de pescado en el embarazo.
El pescado es un grupo de alimentos que juega un papel importante durante embarazo y lactancia, porque en tan solo una ración, aporta la gran mayoría de los nutrientes esenciales: proteína, calcio, fósforo, vitamina D y A o hierro. Es por ello, que la recomendación durante este periodo debe ser priorizar el consumo de pescado de acuicultura en torno a 2-4 raciones a la semana. Alternando entre pescado blanco y pescado azul o graso.
Desmitificando mitos acerca del consumo de pescado durante el embarazo
Hay que hacer hincapié en la importancia de esta pauta y no caer en falsas creencias. En muchas ocasiones, se toma la mala decisión de reducir su consumo por miedo a que ciertos pescados de gran volumen contengan mercurio (pez espada, tiburón o lucio) o que haya presencia de anisakis.
En primer lugar, el pescado de acuicultura español goza de una trazabilidad total. Lo que permite asegurar una ausencia de anisakis, microplasticos, etc.; cumpliendo con todas las garantías sanitarias. De todos modos, si se desea se puede optar por un buen cocinado y congelado previo de este pescado.
Así, el consumo de pescado de acuicultura es seguro para la salud y no hay motivo para desplazarlos de la alimentación. De hecho, es recomendable que estén presentes.

Interés nutricional de pescado en el embarazo y lactancia
Durante embarazo y lactancia los requerimientos de proteína se encuentran ligeramente aumentados. Esto es debido a su importancia en la creación de nuevos tejidos como: la placenta o aumento de otros como el útero y las mamas. Sin olvidarnos, de la síntesis de la leche materna.
Recordemos que el pescado contiene en torno a un 18-22% de proteína. De una excelente calidad nutricional, completa y fácilmente aprovechable por el organismo. Este es un factor, más que importante para incorporar pescado en el embarazo.
Además, el pescado es fuente de vitaminas como la vitamina A, D, calcio y fósforo. El consumo regular de pescado ayuda a alcanzar fácilmente los mayores requerimientos de estas vitaminas implicadas en el desarrollo del sistema de la vista del bebé, en su salud ósea y también en la formación de su sistema inmune y nervioso central.

El pescado de acuicultura como una fuente de calcio
El calcio es fundamental durante el embarazo tanto para la madre como para el bebé. En el caso de la madre contribuye a reducir el riesgo de preeclamsia o tensión arterial elevada. Además de proteger su salud ósea futura.
Los niveles adecuados de calcio durante el embarazo se relacionan con un menor riesgo de osteoporosis y fracturas óseas tras la menopausia. Esto se debe a que, si hay déficit de calcio durante embarazo o la lactancia, el organismo priorizará que el bebé tenga sus necesidades cubiertas recurriendo al calcio del hueso de la madre (descalcificación ósea). Entonces es necesario un aporte suficiente de este mineral para cubrir las necesidades de ambos.
El calcio también es necesario para el bebé tanto para su desarrollo óseo y dental, como para el adecuado funcionamiento de su sistema cardiovascular. La mayoría de los pescados son buena fuente de calcio destacando las sardinillas enlatadas con espina, seguidas de: anchoas, dorada, lenguado, rape…, entre otros muchos.
La importancia del Omega-3 del pescado en el embarazo
Si bien el consumo de ácidos grasos omega-3 es fundamental a nivel poblacional, todavía es de mayor importancia durante el embarazo o en el periodo de lactancia materna.
El consumo de pescado de acuicultura durante ambas etapas fisiológicas es importante para asegurar adecuados niveles de omega-3 en la madre y el bebé puesto que desempeñan un papel clave en el desarrollo de su sistema nervioso central, de la retina e incluso a nivel cerebral para el bebé.
En cambio, los suplementos de omega-3 no han mostrado los mismos beneficios por lo que se recomienda priorizar su aporte mediante la alimentación.
En conclusión, el consumo de pescado en el embarazo y lactancia tiene un gran potencial nutricional y aporta grandes beneficios para la salud tanto de la madre como del bebé. Una ingesta habitual de pescado a la semana dentro del contexto de una dieta saludable y equilibrada será lo óptimo.
